"El Mago... del Poker"

Blog del jugador de poker Gandalf, donde podeis encontrar artículos sobre sus distintas participaciones en todo tipo de eventos, así como otros, con diferentes enfoques, también relacionados con este maravilloso mundo.

Los Tells - 1ª parte. Por M3Lg0

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Primero de todo voy a presentarme, para quien no me conozca solo diré que mi nick es M3Lg0 y me podéis encontrar en FTP y 888poker.com

            Escribo este articulo a petición de Gandalf, lo comentamos una noche después de jugar un rato en “La Perla Negra” xD, toma publicidad gratuita ^^.  Voy a intentar dar mi visión sobre un arte a la hora de “leer” una jugada determinada y sobretodo conocer a priori como reacciona nuestros rivales ante ciertas situaciones.
            Nada mas sentarme a una mesa y con la intención de desarrollar mi juego cuanto pueda intento no sentarme a la derecha de un maniaco o de un jugador que le gusta ver muchos flops, siempre estarás en una mala posición contra el y te resubira con frecuencia, a mi me gusta sentarme a la izquierda de un “buen jugador”, y como “buen jugador”  que ya conoces a priori es tranquilo al principio y no quiere muchos líos, obviamente para esto hay que conocer la mesa mas o menos, pero si se puede es la mejor opción para desarrollar nuestro juego, en los torneos por lo general no hay mucho que hacer puesto que “casi” siempre te asignan tu asiento al azar o por sorteo.
            Dicho todo lo anterior, vamos al tajo :P , estamos sentados en la mesa y colocados para la batalla, que hacemos primero, esperamos cartas? NO, el primer gesto en el que nos fijaremos es como ven las cartas los jugadores, para quien no esta muy habituado a jugar coge las dos cartas y las levanta de la mesa para verlas de frente, generalmente ese tipo de jugador yo lo denomino “casual” porque juega de vez en cuando y no tiene una gran noción del juego, fijaros en este punto en vuestra próxima partida y veréis como no me equivoco mucho :P.
También me gusta no coger mis cartas hasta que no me toca por lo comentado anteriormente, me gusta ver como reaccionan los jugadores, un aspecto para mi fundamental es levantar un poco las cartas, ver los picos, memorizar lo que llevamos y dejarlas boca abajo otra vez y no volver a mirarlas mas en toda la mano sea cual sea el flop que nos toque, un gesto típico de jugador “casual” es el que mira continuamente sus cartas y las de la mesa, con ese gesto nos esta dando mucha información porque casi siempre se quedara fijando en la carta que le haya ayudado y nos ahorrara muchas fichas.
Miramos las cartas, memorizamos y actuamos, asi de simple, y siempre con nuestra cara de poker, nos da igual si llevamos 2 Ases o 72o, no podemos dar a entender que llevamos un cañón o basura con nuestra cara.
Otro gesto que veo mucho es el pasar seguidamente lo ha hecho nuestro jugador de la derecha, el típico “paso”, “yo también” a mi ese “yo también” me suele decir una cosa, no llevo nada!!!!! Pero si puedo robaros os voy a robar!!!, si te das cuenta de ello puedes sacarle algunas fichas o comerte una muy gorda, todo depende de quien sea el villano, mucho cuidado con este gesto o como lo queráis llamar, alguna vez nos estarán slowplayeando una Premium, hay que valorar nuestra posición y el numero de fichas que tiene el villano y el nuestro.


…. Por ahora lo dejamos aquí, en el próximo voy a intentar explicar algunos gestos para confundir a nuestros rivales para llevarles a cometer errores, un saludo y All-in!!!


By M3Lg0 

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El Torneo de Mi Vida...

Posted by Administrador On 18:15 2 comentarios

Lo fue, sin duda. Y no desde luego por el puesto, segundo, ni por el premio, sino porque hay días de esos en que parecen alinearse los planetas para que seas feliz, y esa noche, fui infinitamente feliz jugando a lo que más me gusta. Aparte de lo estrictamente Pokeril, me llevo la satisfacción de conocer a gente que merece y mucho la pena, como sobre todo Israel, uno de los croupieres, un tío genial con el que da gusto hablar de poker y de lo que sea. Gran jugador, y como digo, mejor persona. No quiero olvidar tampoco a Nacho, al que incluso después de jugarle una mala pasada con las cartas (cosas del poker...) estuvo super amable y muy deportivo, cosa rara a veces en según que mesas, ni a Luis Alberto, que mereció ganar el torneo en todo momento, y que como todos, fue un caballero en la mesa. Seguro que me dejo a alguién, pero es simplemente por no recordar el nombre, aunque puedo decir, que todos los jugadores se portaron genial, con una deportividad rara a veces en este mundillo. También quiero mencionar a Jose Bene y a Santiago, organizadores del evento, y que estuvieron pendientes en todo momento de los jugadores para que no fallase nada.

Y bueno, entrando en lo referente al juego, debo decir que no tenía demasiada confianza en este torneo, ya que los dos anteriores similares, no habían sido demasiado favorables, además, el jueves no me había ido nada bien en la Perla Negra, y estaba algo bajo de autoestima. Decidí por eso que me metería en pocos líos, y que iría solo con manos seguras y manteniendo los botes bajos.

Empezamos la partida, la mesa no parecía fácil, aunque había algún jugador de ocio que otro. Tuve la gran suerte de que los dos jugadores más duros, se metieron pronto en líos y al poco de empezar estaban bastante cortos, con lo que sabía que no me darían demasiados problemas. Al principio robé varias ciegas sin llegar a ver cartas, siempre con ases bien acompañados. Perdí un buen bote después, de unas 1000 fichas ante un all in cuando mi proyecto aún no se había completado, y a partir de ahí, fue todo más o menos bien. Entro en una mano con dos limpers, siendo ciega grande, con X5, sale un cinco en el flop, y el jugador de enfrente mío, mete cuatrocientas, en un bote que debía tener ya otras tantas, veo, porque no me lo creo al ser todo cartas bajas, y me quedo solo con él. El turn trae una Q, yo hablo primero y paso, y mete otras 500, jugando mal, vuelvo a hacer Call, más por una corazonada que por mis Odss, pero el river, viene con otro 5. Observo la mesa y no hay escalera posible, ni color. Decido pasar y darle la mano a él, que como intuyo, vuelve a meter 275, yo resubo a 1000 y el se tira. Me equivoqué con la subida, porque seguramente había visto una apuesta inferior, pero me llevo unas 100 fichas, aunque el sigue muy vivo, ya que tenía un gran stack. La siguiente mano, es con el mismo jugador, con K8 de picas en el boton, la mano viene limpia, y decido ver por la posición. Limpeamos todos en flop y turn, y en el river pillo un color que ni siquiera buscaba, el mete 300, y yo, escarmentado de la mano anterior, solo le pongo 500, aunque en esta ocasión quizá hubiese pagado más, ya que lo hace con escalera. Tenía ya un Stack considerable, cerca de las 4000 fichas, cuando pago con A9 una subida del jugador de mi derecha. El flop trae tres corazones, y el mete all ín. Aunque mi As es de corazones, me tiro, porque de perder me hubiese quedado poco menos que fuera.

En la siguiente fase, ya con mi confianza en un nivel aceptable, decidí cambiar un poco mi juego, y ser  un poco más loose. En la segunda mano me viene 55, subo tres ciegas y paga el señor de mi derecha, el flop trae AXX, el señor pasa, y yo apoyado en la posición, meto la continue bet, que consigue tirarle. En la siguiente mano, intento farolear al amigo nacho, del que hablaba antes, con un As en el flop, aunque me aguanta, y desisto en la siguiente calle, viendo luego que había pagado con una J, apoyado en su enorme Stack. Por suerte supe tirarme y perder "solo" 600 fichas. Me viene la mano subida, en la ciega grande, miro y tengo 22, aguanto. El flop me trae otro, paso, y el jugador rubio de dos puestos a mi izquierda sube unas 400, yo pago. El turn trae otra pica, y aunque no quiero dar color gratis, vuelvo a pasar, porque se que el va a volver a meter. Efectivamente, mete otras 400, y entonces decido que si quiere ver más cartas le va a costar ell all ín, me resto, y se tira, reportándome la mano más de 100 fichas. La siguiente mano, es contra el mismo jugador. Tengo T9s en el botón, el sube y yo igualo otra vez por la posición. El flop tra 9X9, el pasa, y yo vuelvo a hacerle slowplay para intentar volver a pillarlo, el turn trae un As, y en cuanto cae, veo en su cara que le ha gustado. Efectivamente, mete 500, y yo, decido volver a restarlo para evitarme sorpresas. Esta vez paga, y lo elimino del torneo. La cosa iba ya bastante bien, tenía unas 7000 fichas y mi confianza en plena forma. La mejor manera de pasar a la semifinal del torneo.

Cuando me siento en la mesa de semifinales, lo primero que advierto, es que se ha sentado con migo Nacho, el único jugador que me había dado problemas en la mesa anterior, aunque por suerte lo tengo a mi derecha. Empieza el juego, y en los primeros compases me roba un par de ciegas grandes, lo que le advierto que no me hace demasiada gracia, más viniendo de la ciega pequeña, aunque en varias manos veo que lo hace con cartas premium, lo que me consuela un poco. Después, le robaría yo a él otras tantas ciegas, incluso terminó regalándome la ciega pequeña, antes de que llegase la que considero fue sin duda la mano del torneo.

Vuelve a  hacer un miniraise a 800 desde la ciega pequeña. Mas por el pique (sano) que teníamos, que por mis cartas, decido ver con K9. El flop trae A9J. Entre risas, el pasa, pero yo intuyo que no ríe porque haga slowplay, sino porque lleva una mano que está perdida en ese flop. El turn trae una Q, y después de pensar algo, mete 2000, que yo pago al instante, sin vacilar, y sin volver a mirar las cartas, dando a entender que llevo un monstruo de jugada con la que le espero en el river. El river trae un 7, y el dice "Bueno, pues ahora yo paso", lo que me da a entender que está más perdido que antes gracias a mi Instant Call anaterior. Apenas termina de hablar, yo digo "Bueno, pues ahora yo hago All Ín", con más seguridad que si tubiese una escalera real. El piensa, y mientras, yo decido aparentar tranquilidad, me vuelvo para hablar con mi amigo y con alguno de los que miraban, y cuando me doy cuenta, anuncia Fold, enseñando dobles parejas de JQ. Yo enseño el farol, y, modestia aparte, se organiza un revuelo en la mesa que no había vivido hasta ahora con ninguna de mis jugadas. El se quedó loco, el croupier me dijo que era el mejor farol que había visto nunca, y uno de los organizadores que estaba a mi lado mirando, me dijo que el mismo creyó que tenía las Nuts ya que había aparentado muchísima tranquilidad. Justo lo que buscaba, había ganado un bote inmenso, a la vez que enseñando el farol sabía que había desestabilizado al jugador más fuerte de la mesa, que estoy seguro, que a día de hoy no ha olvidado la mano.

Ya con un buen Stack, cojo 44 en ciega grande, y subo a 800. La mesa trae 882, y cometo un error metiendo 1000 para sondear. El sondeo dura poco porque Manolo, el jugador de mi izquierda se pone All Ín. Me tiro y manolo enseña el ocho, y yo le digo que tenía dieces, que para el caso es lo mismo, pero para que me pongan en un rango más alto. El señor de enfrente mío, que tenía ya poco, ve la ciega, y yo desde mi ciega grande, decido subir el tamaño de su stack. Se pone en All Ín con QQ, y la primera carta del flop trae mi As dejándolo fuera del torneo. Poco después me viene JJ en UTG, subo a 2000 y se tiran todos. Sin solución de continuidad, vuelvo a recibir JJ, ya en ciega grande, el amigo nacho en ciega pequeña vuelve a doblar la ciega, decido pagar, porque creo que lo hace más dolido por el último farol que por las cartas de su mano. El flop trae un As, el pasa, y yo, seguro de que si me ha pasado es porque no tiene el As, decido envidarme, poniendo todo mi stack en manos de otro farol. No pensó demasiado, lo que me evitó algún que otro sudor a mí. Hubo algo de discrepancia sobre mi atrevimiento al envidar habiendo un As en la mesa, aunque para cerrar la discusión, el propio Nacho confirmó que de haber llevado el As habría pegado de cara, sobre todo después de la jugada donde tubo que tirar sus dobles. Y así, con más de 15000 fichas, pasé a una mesa final donde sabía que podría hacer mi juego, ya que tenía más de 300 ciegas para jugar cómodo.

La primera mano fuerte en la que me metí en la mesa final, no hizo más que reafirmar mi posición en la mesa. Subo a 800 en UTG, un jugador me paga, se abre el flop y cae mi J como carta más alta. Subo 2000, y el otro jugador paga, lo que me deja un poco perdido. El turn tra Q, y pienso que no le ha debido ayudar, ya que ha pagado las 2000 estando solo la J. Decido envidar, porque me da que está buscando una jugada extraña, un color runner, o algo parecido. El paga, y para mi sorpresa, solo tiene pinchado un 6 del flop, también con un As, lo que hace que solo le valga otro 6. Gano la mano, y me pongo con casi 20000 fichas, ya que había bajado antes y apenas tenía para esa mano unas 10000. En la siguiente jugada, contra el mismo jugador,  pierdo 1200 por subir con un As pinchado en el river cuando el se estaba escondiendo con trio de K.

Otra Jugada curiosa. Tengo 75of en ciega grande, hay 4 limpers, y un quinto hace miniraise a 800. Tengo Odss de sobra por el tamaño del bote, así que pago. Tras salir un As en el flop, todos pasamos, y también después turn. En el river, sale otro As, y vuelve a pasarme la ciega pequeña, con lo que decido que voy a intentar llevarme un bote sustancioso, aportando apenas un 10% de mis fichas. Meto 3000, poco menos del bote, y consigo tirarlos a todos, y llevarme otras tantas de bote. Se vuelve a armar revuelo cuando enseño el farol entre los jugadores y el poco público que ya quedaba para ese entonces, aunque hubo quién dijo que estaba mal jugada... Desde mi punto de vista, intenté llevarme un bote que nadie parecía querer, invirtiendo bastante en él, desde luego, pero donde tenía mucho más que ganar que que perder, porque aunque fueran casi las mismas fichas, al ganarlo, aparte del bote, desconcerté a más de uno, lo que nunca viene mal para jugadas posteriores. En la siguiente mano, Nacho me sube la mano, y yo aguanto con A9s. Pillo trio en el turn, pero habiendo ya tres del mismo color, por lo que decido mantener bajo el bote. El pasa, porque no se fía mucho. La última es también de color, el pasa, y yo, fiándome nada, paso también, llevándome el bote. En la siguiente mano, la suerte se pondría de mi lado, manteniéndome en la mesa. Llevo 23 en ciega grande, con ciegas ya 400/800. UTG+2 ve la apuesta, y el flop trae XJ2. Apoyado en ese 2, pero más esperando que el no hubiese pillado nada, meto all in de cara, de casi 20000 fichas. El hace Instant Call, lleva la J, y muchísimas más fichas que yo. Antes de terminar de asimilar que estoy fuera, el turn trae otro 2, y me da el bote. Recuerdo, que a pesar de ser unos 20000 puntos, apenas le quité cuatro fichas, lo que habla de la diferencia de fichas que había, siendo que él no era el cheap leader, por lo que presuponía que de los cuatro que quedábamos, saldría yo como máximo el 3º. La mano siguiente, llevo AT, en ciega grande. Pensaba en cuanto subiría, cuando me encuentro con un All Ín. Decido pagar, ya que para estar solo 4 considero que llevo una buena mano. El enseña 9T, solo aparece el diéz en las comunitarias y me llevo el bote, dejando fuera a otro jugador.

Quedando tres, sabía que la evolución lógica de la partida, daría con mis huesos fuera de la mesa en no mucho tiempo. Decidí aguantar, porque tenía unas 20 ciegas y podría tener la suerte de una mano encontrada entre los otros dos, como así fue poco después, quedando eliminado otro jugador, lo que me llevaba a un Heads Úp, que no habría podido ni soñar, pero que igualmente creo que merecí. Fue bonito, regalandonos ciegas a veces, y viendo algún flop que otro, pero nunca llegando más allá. Sabía que cualquier resvalón que tuviese con él, me dejaba fuera, por lo que más manos de las estrictamente necesarias.

En la jugada final, recibo en ciega grande A8 de tréboles. El me iguala la ciega, y cuando el croupier está amontonando las fichas para echar el flop, anuncio el All Ín. El paga enseguida, aunque cuando enseña sus cartas, se le nota en la cara, que sabe que no ha elegido la mano correcta, ya que voy bastante por delante, por el Kicker, y por las suited. Justo cuando ya acariciaba el nivelar la final en fichas, el river me trajo un traicionero 3 que me dejó fuera.

En resumen, una de las mejores partidas de mi vida, por las sensaciones que fui experimentando a lo largo de la misma. En cuanto al resultado final, si bien es cierto que fue injusta la manera en que perdí el Heads Úp, no lo es menos, que en alguna mano anterior pude quedar fuera, aliándose entonces la suerte de mi lado. Considero que se aplicó la justicia del Poker, ya que el ganador, fue quién mejor estubo a lo largo de todo el torneo. Y yo, bueno, pues pienso también, que después del torneo que hice, no merecía menos premio...

Aprovecho este post, para dar nuevamente las gracias a cuantos me seguís, por las continuas muestras de apoyo y de cariño que recibo allá donde voy.

Un saludo.
Gandalf

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Una mala tarde de Poker.

Posted by Administrador On 2:53 2 comentarios

No era la tarde idónea para jugar al Poker, ya que había madrugado para acompañar a mi amigo a Madrid, y pasamos toda la mañana haciendo gestiones. Aquí y allá, muchos kilómetros, y algún que otro quebradero de cabeza, lo que, aunque no lo notes, merma tu capacidad de concentración, y también física.

Llegamos al casino casi a las cinco, fuimos a registrarnos y ya estaba completo, por lo que entramos en la reserva, eso sí, como tercero y cuarto, lo que nos aseguraba que jugaríamos. Así fue, y cuando apenas corrían 14 minutos del torneo, por el altavoz anunciaron mi nombre y antes de que pasase una sola ciega había tomado mi asiento. Apenas había sacado mis amuletos y conectado el Ipod, cuando ya tenía cartas. Las miré con poca atención pensando que primero debería ubicarme bien. Eran dos reyes, lo que hizo que lo demás pasase a un segundo plano y me centrase en la mano. Me vino subida desde Utg+1, hasta 300, y decidí resubir para quitarme problemas. Subí a 600, todos foldearon, y cuando llegó la mano a quién la había abierto, igualo la resubida. El flop trajo A95, el jugador que había subido pasó, y yo decidí que era la ora de hacer algunas preguntas sobre la fortaleza de su mano, por ver si llevaba el As. Vuelvo a subir 600, 1/2 bote, y él, después de pensar bastante tiró dos damas boca arriba, llevándome 675 incluyendo la ciega. También yo le enseñé los reyes, con el fin de que viera que no había llegado a la mesa intentando pasarme de listo...
La siguiente mano que jugué, fue en ciega grande, teniendo 9Ts. La ciega me vino limpia y por supuesto pasé. El flop trajo 78j, dándome una escalera a dos puntas. pasé, y de los dos que quedaban en la mano, el cut of metió 200. Decidí ver, porque aunque las ods no me eran favorables, ese jugador me había dado síntomas de ser demasiado agresivo, ya que metía siempre que estaba en un bote, aunque siempre foldeaba ante resubidas, por lo que pensé, que además de mi proyecto, podría tirarlo si salía algún A o K, apoyándome en ellos para intentar un farol. El turn no pudo ser mejor, ya que me trajo una Q. Volví a pasar, y él también, lo que me dio una idea de que simplemente había hecho una continuebet en el flop y daba claras señales de que no se fiaba demasiado. El river no cambió nada, y en este caso, fui yo quién metió 200, que sabía que me vería solo por lo invertido en el bote. Así fue, mostrando K7. Mi lectura había sido buena, y me reportó otras 500 fichas que me hacían superar los 6000 puntos. Recuerdo, que estando recogiendo las fichas, me percaté de que a mi amigo y compañero de torneo lo habían eliminado, en una mano desgraciada, QQ contra 95,lo que me dejó un poco frío y me sacó un poco de la partida, perdiendo algunas fichas limpeando con manos semimarginales.
Tendría unas 7000 fichas, cuando uno de los jugadores se restó por 1800. El mismo de la escalera anterior, vio su all ín.  yo aún no había mirado mis cartas, y pensaba que muy buenas deberían ser para meterme en semejante fregao. Tenía TT, por lo que también decidí ver. El flop trajo T95, y yo, con mi trucha, decidí pasar, para darle la iniciativa nuevamente al que estaba siendo con diferencia el jugador más agresivo de la mesa. Volví a acertar, y me subió 1500. Me paré, resoplé, y amagué incluso con tirar mis cartas. Pensé que un poco de teatro le daría aún más confianza, pero al final, por supuesto, vi. Sale el turn, una Q, y vuelvo a pasar, pero esta vez, el otro jugador también pasa. Y el river trajo otro 5, mi full, y ahí cometí uno de los errores de la tarde, ya que puse mi bountí en la mesa en señal de all ín. Evidentemente el se tiró, y por descontado el jugador restado no llevaba nada útil. Me llevé casi 5000 fichas, pero de no haber cometido ese error, estoy seguro de haberle podido sacar al menos otras mil.
Mi primer contratiempo, vino, cuando en ciega grande, aguanto un miniraise del botón a 200 estando las ciegas 50/100. Tenía A8s. Imaginé que había subido ya que la mano le había llegado limpia y pretendía robar ciegas, pero quise adivinar que no debería llevar gran cosa para no hacer siquiera una 3bet. El flop trajo 894, paso, y ella mete otras 200, yo veo con mi ocho, el turn 5, vuelvo a pasar, y me vuelve a meter 200, y vuelvo a pagar. El turn trae otro cuatro, vuelvo a pasar, y mete 300. No sé si lleva un cañón y me está poniendo el cebo necesario para que pique, o está tirándose un farol, porque la única carta que tengo por encima es el 9. Vuelvo a pagar, y me enseña un full de 99444. Alucino!!! Se me queda mirando, como con menosprecio, y no me puedo callar. "Viendo que tienes ahí tres bountys no me esperaba que me subieras con 94". Ahí queda todo, pero me deja un poco tildao.
Y sin solución de continuidad, vuelvo a tener TT. Por entonces con un Stack de unas 14000 fichas. Soy ciega grande, por lo que hablo el último, y en una posición media uno de los jugadores se envida por algo más de 4000. Lo pienso un buen rato, porque no estoy para flips, pero al final decido ver. El tiene QQ, pero antes de que me de tiempo a pensar lo por detrás que voy, el croupier saca un 10, aunque el subidón dura poco, porque las otras dos son un 9 y una J, con lo que le da proyecto de escalera a dos puntas. y en el turn, el rey, y por si quedaban dudas, el river le trae el A. Escalera máxima. Estoy de acuerdo en que iba por detrás antes del flop, pero estaréis conmigo en que es una mano muy cruel para mí, y que me deja otra vez bastante tocado.
Bajo a algo más de 9000, la media estaría es unas 7000, y apenas doce minutos para la cena. Me planteo seriamente levantarme y volver ya después de la cena, porque mi cabeza se había quedado en esa jugada. Pero al final, me quedo, y creo que en esa decisión es donde me fue el torneo. El croupier anuncia lasthand antes de la cena. Yo empiezo a levantarme, pero miro las cartas, y 88, no lo puedo tirar, la mano llega limpia y subo a 600 en ciegas 150/300, y el jugador inmediatamente a mi izquierda resube a 1600. Veo, primer error, porque si no quiero líos, las tiro, pierdo seiscientas y empiezo después de cenar todavía con más de la media, en otro caso, lo mejor es All ín, y que piense él... El flop trae 66T, hablo primero, y, segundo error y grave, meto all in de cara. El se lo piensa, pero termina viendo. Tiene AT y me cubre ampliamente, con lo que estoy fuera.
Y así fue como tiré en dos manos, una de mala suerte, y otra absurdamente jugada por mi parte, un torneo en el que me había colocado en una posición que al menos me permitía jugar con tranquilidad. Y la moraleja, si es que la hay, es que en esto del poker, puedes hacerlo genial, tener mucha suerte y estar concentrado, pero debe ser así de principio a fin, porque un solo error, puede dejarte fuera. Supongo que esto es lo que hace a este juego tan especial.

Y nada más, solo aprovechar esta entrada, para agradecer las numerosas muestras de apoyo que me dais respecto al blog y la gran acogida que este está teniendo entre mis amigos y conocidos.

Un saludo.
Gandalf.

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Phillip Ivey nació un 1 de febrero de 1976 en Riverside, California, pero cuando tenía tres meses de edad sus padres se separaron, y su madre decidió la mudanza a Roselle, Nueva Jersey, donde crió al joven Phil junto a sus abuelos.


Su infancia fue la de cualquier chico normal, jugando baloncesto y fútbol americano, y tuvo la suerte de que sus padres se reconciliaran a sus ocho años. En ese tiempo Phil jugaba partidas de 5-Card Stud por 5 centavos con su abuelo, que le hacía trampas para darle una lección sobre los peligros de apostar. Pero el efecto logrado fue el contrario, puesto que Phil decidió que sería jugador profesional.

Ya a sus 16 vencía sólidamente en las mesas de póquer que organizaba el padre de un amigo, y comenzó a buscar la forma de jugar de forma constante. Para ello utilizó a partir de los 18 una credencial de un tal Jerome Graham -compañero de trabajo de Phil en una empresa de telemarketing, a quien pagó $50 para que le dejara utilizarla- que le permitió poner a prueba sus habilidades en Atlantic City, la Las Vegas de Nueva Jersey.



Por supuesto en sus comienzos el inexperto y ya agresivo Phil Ivey perdió más de lo ganó, pero eso sólo en el aspecto económico. Lo que capitalizó de sus errores en esos años lo conviertieron en el experto que ahora es en Limit, No Limit, Stud, Omaha, torneos, y casi cualquier otra modalidad de póquer existente. "Se aprende de la gente con la que juegas. La mejor forma es sentarse, jugar, aprender de los errores, y perder dinero. Debes estar dispuesto a perder. De esa forma mejorarás."

A los 20 años pudo estabilizarse y decidió -con el apoyo de su padre- que Atlantic City sería su casa. Cuando cumplió 21 pudo decirle adiós a Jerome Graham para utilizar por fin su verdadero nombre, el que con los años sería mundialmente famoso. "Cuando cumplí 21 le dije a la supervisora de las mesas de póquer del casino que mi nombre real era Phil, y que había estado jugando con una credencial falsa," rememora Phil. "Pero ya era mayor de edad y no había nada que ellos pudieran hacer. La supervisora sólo dijo 'Okay, Phil'."

De allí nace el famoso alias de Phil durante sus primeras incursiones en el póquer online: No Home Jerome, y del que se siente orgulloso. No así de otro sobrenombre que le pusieron: el Tiger Woods del Póquer. Prefiere ser el Phil Ivey del Póquer. El trabajo en la empresa de telemarketing le dio a Phil mucho más que una credencial para poder jugar póquer en los casinos y tener una de sus dos experiencias como trabajador a sueldo (la otra fue una corta experiencia en un McDonald's): allí conoció a Luciaetta, quien se convirtió en su esposa tiempo después. 

Con 21 años y convertido en un jugador legal en toda regla Phil decidió que era momento de entrar en el póquer grande, y para ello decidió participar en las World Series of Poker de 2000, logrando dos mesas finales y su primer brazalete en un Pot Limit Omaha de $2.500 de entrada. Esta primera victoria le reportó $195.000, y la satisfacción de haber superado en la Mesa Final a Amarillo Slim Preston, David Devilfish Ulliot, y Phil Hellmuth. 

Un par de años después Phil se lanzó a la fama al ganar tres brazaletes de las WSOP en tres modalidades diferentes, evidenciando su versatilidad y conocimiento del juego. El 23 de abril de 2002 ganó un 7-Card Stud de $1.500, llevándose un premio de $132.000. El 3 de mayo logró ser el mejor en un 7-Card Stud Hi/Lo de $2.500 y $118.440 de recompensa. El 10 del mismo mes obtuvo su tercer brazalete consecutivo al ganar un S.H.O.E. de $2.000 de entrada, y dotado con un primer premio de $107.540. Este logro lo ubicó a la altura de Phil Hellmuth y Ted Forrest, en cuanto a la mayor cantidad de brazaletes ganados en una única WSOP. La quinta victoria llegó en 2005, nuevamente en un evento de Pot Limit Omaha. Esta vez el premio fue mucho mayor: $635.603. Con cinco brazaletes en un corto período de tiempo, parecía que nadie podría detener la marcha triunfal de Phil, pero allí se detuvo la cuenta. Sin embargo, Ivey es demasiado inteligente como para preocuparse por ello. "Cada día es diferente. En el póquer hay que vivir el momento. Como en el golf, un tiro a la vez. Si has hecho un mal tiro, no quieres pensar en ello. Lo olvidas y avanzas al siguiente. Por eso es que el póquer y el golf son tan similares a nivel competitivo."

Phil tuvo otras dos grandes victorias ese año que dieron un empujón superlativo a su carrera de profesional, al ganar el Monte Carlo Millions, y su premio principal de $1.000.000. Al día siguiente superó a Mike Matusow, Phil Hellmuth, Gus Hansen, Chris Ferguson, Dave Ulliott, y John Juanda en el Full Tilt Poker Invitational, haciéndose de $600.000 extras. 2006 comenzó con la elección de Phil como el jugador del año para All In Magazine, Bluff Magazine, y el UK Gaming Awards. En las WSOP de ese año no pudo sumar brazaletes, aunque hizo dos mesas finales, finalizando 3º en el H.O.R.S.E. de $50.000, y 2º en un $5.000 Omaha Hi/Lo ganado por Sam Farha. 

En febrero de ese año Ivey ganó más de $16 millones en tres días jugando para La Corporación al multimillonario tejando Andy Beal, en un enfrentamiento Heads Up con stakes de $50.000/$100.000. La Corporación era un grupo de profesionales que aportaron dinero para enfrentar a Beal, y que en una oportunidad anterior habían perdido $10 millones. Tras perder con Phil, Beal dijo que no jugaría más al póquer, aunque antes ya había declarado lo mismo. 

Ahora Phil vive junto a Luciaetta en Las Vegas, donde es un habitual del Big Game del Bellagio, la mesa de cash con las mayores apuestas del mundo. Allí el juego es una combinación de variantes de póquer con límites en $4.000/$8.000, y reúne a los más grandes y audaces jugadores.

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Para casi todos los entendidos, el mayor talento que ha dado el mundo del naipe en los tiempos modernos. Este norteamericano de padres judíos es uno de los dos únicos mortales que han logrado ganar el evento principal de las World Series of Poker (WSOP) en tres ocasiones: 1980, 1981 y 1997. En su momento fue amado por unos y odiado por muchos más, lo que no se puede negar es que es y, más que probablemente, será el jugador de poker más famoso de la historia.
Stuart Erroll Ungar (su madre le puso Erroll en honor del actor australiano, pues estaba enamorada perdidamente de él) nació el 8 de septiembre de 1953 en Nueva York. Se crió en Manhattan, en el East Side. Su padre, Ido, regentaba un club social en el que además de copas se servían cartas, con lo que el pequeño Stu tomó biberones rodeado de picas, corazones, tréboles y diamantes. El patriarca quiso mantener alejado a su retoño de esta afición, pues veía el modo en que su clientela se dejaba los cuartos, los medios y hasta los enteros. Pero sus intentos fueron baldíos. El bueno de Stuart demostró una habilidad innata para el gin rummy, y a base de ganar todos los torneos en los que participaba se hizo un nombre. A los 10 años ganó el primero. Era el pistoletazo de salida de una carrera de éxitos.
Cuando tenía 15 primaveras Ido murió en brazos de su amante, y Stu, con su madre incapacitada por una grave enfermedad, encontró en Víctor Romano, enrolado en la familia de los Genovese, a su auténtico padrino. El mafioso, que tenía una memoria prodigiosa (se dice que podía repetir la definición exacta de cualquier palabra del diccionario) utilizaba este don divino para calcular probabilidades en el mundo del juego, y con su magisterio fue transmitiendo todas sus habilidades al joven Ungar, que se volvió invencible.
La protección que le brindaban sus amistades peligrosas le valió para salir bien librado de su instinto asesino y sus malos modos en las mesas. En cierta ocasión un jugador al que había ganado le intento agredir con una silla en la cabeza: días después fue hallado muerto de un disparo. Carta blanca para Ungar, a cambio del dinero que ganaba en el gin y el poker. Con sus triunfos mantenía a su hermana y a su madre; pero lo que ganaba al gin lo perdía en los dados o cualquier cosa sobre la que se pudiera apostar. Primero se mudo a Florida; pero después acabó en Las Vegas, donde se casó con su novia de siempre y tuvo una niña.
El principal motivo que lo llevó al poker y a cambiar de aires fue que su reputación en el gin rummy hizo que ya no tuviera rivales. Nadie quería jugar con él. Ungar, con su aspecto aniñado, destrozaba a sus compañeros de mesa. Una famosa noche despedazó, literalmente, al considerado número uno del momento (con su permiso) Harry Yonkie Stein. “Desde ese día nunca volvió a ser el mismo (Stein)”, aseguró uno de los que presenciaron la masacre. Tras esto, era un hombre marcado. Ungar llegaba a ofrecer determinadas ventajas a sus oponentes; pero ni así conseguían acabar con él.
Una vez un famoso tramposo lo retó a jugar contra él. Ungar sabía que era un timador; pero aceptó jugar por dinero. Durante la partida, el guardaespaldas de Stu (lo llevaba por obra y gracia de sus amigos hampones para evitar que lo asaltaran) se dio cuenta de que su rival jugaba sucio. El gorila se puso hecho un basilisco y apartó a su protegido para partir por la mitad al chorizo; pero Stu le dijo que lo dejara. “Ya sé que no es legal; pero le ganaré”. Y lo hizo.
Ya en Las Vegas, el gin rummy seguía siendo popular en forma de torneos. Ungar ganó o acabó entre los primeros en muchos de ellos, de tal modo que los propietarios de los casinos le pidieron que no acudiera, ya que la mayoría de los clientes rechazaban participar si lo veían. Tal es el temor que inspiraba. Los dueños veían que este alfeñique amenazaba sus negocios. Ungar afirma en su biografía que adoraba ver como sus oponentes se iban paulatinamente desmoronando, y le complacía especialmente contemplar su cara de desesperación. Un rasgo de su personalidad que nos indica su carácter despiadado, incluso sádico, en el juego y, quizá, en la vida. “Era jodidamente bello”, decía. Para concluir con su etapa de gin rummy nada mejor que esta frase de su cosecha: “Algún día, supongo que puede haber algún jugador mejor de texas hold´em no limit que yo. Lo dudo; pero puede suceder. Lo que puedo jurar es que no puedo ver a nadie nunca jugando al gin rummy mejor que yo”.
En 1980 acudió a las WSOP buscando apuestas y emociones más fuertes. Ganó el evento principal, dejando en la cuneta en el mano a mano final a nada menos que a Doyle Brunson, y convirtiéndose en el campeón más joven de la historia (hasta que Phil Hellmuth lo desbancó de este honor en 1989 y ahora Peter Eastgate). Por su imagen de chavalín le pusieron el apodo de The Kid (el chico). Revalidó el título en 1981, y a partir de aquí vino una caída imparable, un deterioro progresivo que acabó en una habitación del Motel Oasis. Pero eso lo contaremos más adelante.
Estaba en la cumbre de su carrera. Tenía una memoria prodigiosa y un cociente intelectual de genio. Podía seguir la pista a cada carta en un mazo con seis barajas jugando al blackjack. En 1977 apostó con Bob Stupak, propietario de varios casinos, la cantidad de 100.000 dólares a que no era capaz de contar las tres últimas barajas de un total de seis. Ganó.
En 1982 la Comisión de Juego de New Jersey le multó con 500 dólares por hacer trampas en una mesa de blackjack. Argumentaban que añadió fichas a posteriori en una casilla ganadora… algo que él negaba con vehemencia. La penalización era una fruslería para él; pero si la pagaba admitía ser un tramposo; algo que detestaba. No lo necesitaba. Su memoria de paquidermo y su habilidad para contar cartas (algo legal) le permitían ganar sin utilizar malas artes.
Apeló en los tribunales y ganó el caso. La broma le costó más de 50.000 dólares y, según cuenta en su biografía, el proceso le dejó tan agotado que no pudo defender su título de campeón con éxito. Su reputación le empezó a cerrar las puertas en los casinos de Nevada. Cuando le veían llegar, las mesas de blackjack se cerraban. Este fue quizás el punto de inflexión en su vida. Se divorció de Madeleine en 1986. Tuvieron una hija, Stefanie. Adoptó un hijo del primer matrimonio de Madeleine, Richie, que tomó el apellido Ungar. Pero la tragedia golpeó en su puerta salvajemente y, tras su ceremonia de graduación en el instituto, Richie se suicidó. Sus padres enloquecieron, y Stu encontró en la cocaína una vía de escape. Durante las WSOP de 1990, que jugó bancado por su íntimo amigo Billy Baxter, fue hallado inconsciente el tercer día del evento principal en el suelo de la habitación de su hotel habitual. Una sobredosis de drogas era la culpable. Aún así, y con los crupieres poniéndole las ciegas en su ausencia, acabó noveno, llevándose 20.500 dólares.
Dilapidó lo ganado en el naipe en coca y apuestas deportivas e hípicas. Conoció lo que es ser millonario y arruinarse cuatro veces. El ciclo era sacar del poker y metérselo por la nariz o dejárselo en los caballos. La mayoría de sus amigos y gran parte de sus rivales afirmaban que no quería llegar a los 40 años. Uno de los primeros aseveró que lo único que lo mantenía con vida era su férrea determinación por ver crecer a su hija. Mike Sexton intento que ingresara en una clínica para desengancharse; pero Stu lo rechazaba sistemáticamente, asegurando que algunos de sus compañeros de viaje que habían estado en estos centros le decían que era más fácil conseguir en ellos droga que en la calle.
En 1997 estaba sin blanca. Una vez más Baxter le financió los 10.000 dólares de la inscripción del evento principal. The Kid tenía un aspecto lamentable, con el tabique nasal carcomido por la cocaína. Sin embargo, parece que el polvo blanco no le había afectado el cerebro. Guardó una foto de su hija en la cartera y la llamaba regularmente para comentarle cómo le iban las cosas. Ungar triunfó por tercera vez y mostró a las cámaras de la ESPN la foto de Stefanie mientras le dedicaba la victoria. Partió con Baxter el premio del millón de dólares. Los medios de comunicación de las Vegas hablaron del retorno de Stu: habían pasado 16 años desde que ganó las series mundiales por vez primera. La imagen que queda de él en el evento es la de un hombre prácticamente desfigurado con unas minúsculas gafas de sol tipo John Lennon.
En unos pocos meses el manirroto Ungar malgastó sus ganancias: farlopa y apuestas deportivas. Ante los ruegos de su hija, intento dejar la droga varias veces; pero a las pocas semanas acababa recayendo.
En 1998 su mecenas particular, Baxter, le volvió a ofrecer el dinero necesario para jugar las World Series. Stu aceptó. Sin embargo, 10 minutos antes de que diera comienzo el evento principal dijo que no podía: estaba destrozado por las drogas. Los meses siguientes fueron su caída imparable a los infiernos: imploraba a sus amigos un préstamo para jugar… aunque se lo gastaba en
crack.
El fin llegó en su habitación del Motel Oasis en noviembre: apareció muerto con 800 dólares, lo que le quedaba de los 25.000 que le dejó de nuevo Baxter una semana antes para jugar en las mesas de límites altos en el Bellagio. Había perdido, pero no tanto. Dónde fue a parar el resto…
La autopsia determino que había restos de narcóticos en su organismo; pero no en la suficiente cantidad como para originar la muerte. La causa oficial fue un fallo cardiaco motivado con el consumo excesivo de sustancias estupefacientes a lo largo de su vida. A pesar de haber ganado millones, acabó sus días en la miseria. Su amigo y compañero de mesas Bob Stupak organizó una colecta para pagarle el entierro.
Stu sólo vivió 45 años; pero en ese corto espacio de tiempo se convirtió en leyenda. Único jugador que ha vencido en tres ocasiones en el evento principal de las Series Mundiales de Poker; pues Johnny Moss se llevó la primera, en 1970, por votación popular. En las Series ganó más de dos millones de dólares en premios y cinco brazaletes; en su carrera, más de 30… y murió arruinado.
Ungar también se hizo con la ahora desaparecida Amarillo Slim Super Bowl of Poker en 1983,1988 y 1989. Esta competición era considerada como el segundo título más prestigioso del mundo del poker. Acabó primero en un total de 10 torneos en los cuales la entrada era de 5.000 dólares o más.
Una de sus frases más celebres es: “No quiero que digan de mí que soy un buen perdedor. Enseñadme un buen perdedor y os mostraré a un perdedor”. Su competitividad era extrema, algo que en ocasiones pagaban los crupieres.
Muchos de sus compañeros de naipe y antiguos profesionales están de acuerdo en que podía haber “cosechado” mucho más si hubiera sabido exprimir a sus rivales. Su estilo despiadado y asesino dejaba tocados a los pobres incautos que se sentaban a su vera. No sabía regular la partida e ir poco a poco ganando. Quería hacerlo y humillar, con lo que sembraba de sal el campo que pisaba.
Mamando de las ubres de Romano y sus secuaces hay multitud de anécdotas que riegan su vida. Se hallaba en cierta ocasión esperando un vuelo para ir a jugar a Europa con algunos profesionales más. Todos menos él llevaban pasaporte. Por no tener, ni tenía número de la Seguridad Social, y si lo tuvo fue para poder cobrar su primer titulo en las WSOP en 1980. Pues bien, tras ser advertido que lo necesitaba para abandonar el país, el agente le dijo que por una pequeña cantidad podía conseguir un formulario allí mismo con el que le darían el documento rápidamente. Acostumbrado a los tejemanejes de Romano en Nueva Cork, creyó que le pedían una “mordida”, y le largó un billete de 100 pavos al funcionario. El aduanero, indignado, a punto estuvo de llamar a la policía acusándole de intento de soborno. Sus amigos pudieron calmar las aguas y todo acabó solucionándose con normalidad.
Ungar tenía varios coches de lujo; pero no le gustaba conducir, y raramente lo hacía. Prefería los taxis. Los cogía desde y para ir a cualquier lugar, por muy cercano que estuviera. Sus propinas a taxistas y empleados de casino eran legendarias. Según Mike Sexton, “Stuey gastaba más dinero en taxis en un año que lo que ganaba mucha gente en ese periodo de tiempo”.
Se compró un nuevo modelo de Mercedes deportivo y lo condujo hasta que se quedó sin aceite y rompió el motor. Llevó el vehículo hasta la tienda donde lo había adquirido y el mecánico le dijo que el problema era que se había quedado sin lubricante. Ungar le replicó: “¿Por qué demonios no me avisaron que había que poner eso?”.
Para él comer era una actividad que le apartaba del juego, por lo que sus comidas eran relámpagos. Invitaba a todo el mundo, dejaba generosas propinas y salía como una centella del restaurante para volver a las mesas… con tapete.
Cuando tenía dinero, era una de las personas más generosas que nadie pudiera conocer. Una vez estaba en racha y le pago a su compañero de fatigas en las apuestas deportivas, Michael Baseball Mike Salem, la hipoteca de varios meses. Salem no le pidió el dinero; pero Stu sabía que estaba perdiendo y por eso lo hizo. Le salía del alma ayudar a sus amigos.
Sexton y Ungar se conocieron durante una mala temporada del primero. Estaba al borde de la bancarrota. Stu se encontraba jugando seven card stud con límites altos y fue al servicio. Allí estaba Sexton. Le pidió que echara una mano por él. Entre profesionales se hacía la vista gorda y se consentían cosas de este tipo. Sexton enganchó una escalera de mano; pero la jugó de forma cautelosa: no era su dinero. Cuando Ungar volvió del baño vio un bote monstruoso y su actitud hizo que Sexton jugara el final de forma agresiva y ganara un buen dinero. Stu le prestó 1.500 dólares para que fuera a otra mesa. Ganó otros 4.000, le dio a Ungar la mitad y pudo reconstruir su bankroll.
Le gustaba vivir deprisa sin reparar en gastos. En poco tiempo, las carreras de caballos le hicieron embolsarse un millón y medio de dólares. Se llevo a sus camaradas a un club de strippers y pago una juerga de época: chicas, champán, habitaciones… Nunca pido nada a nadie.

No tenía tiempo ni para asearse en demasía. El pelo se lo lavaban dos veces a la semana en el casino The Dunes y se lo cortaban cuando era menester. Nunca tuvo el dinero en un banco. Lo guardaba en la caja fuerte de los hoteles donde se hospedaba. Decía: “Quiere decir que no puedo ir a medianoche y coger mi pasta”. “Es ridículo”.

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Esta noche, he jugado unos Sti`s en La Perla Negra, donde he tenido unas jugadas que considero dignas de mención por distintos motivos.

En primer lugar, un all ín que se puede considerar perfecto: El jugador de mi derecha resube a 400, con ciegas 50/100, y antes de tomar mi decisión me anuncia que me aguantará un all ín, con lo que yo decido envidar primero teniendo AA. Resulta que el jugador de la izquierda también se envida, así que mostramos cartas, yo AA, derecha AT e izquierda TT, con lo que antes de salir las comunes las cartas de mis rivales me son inmejorablemente faborables, ya que se llevan pisadas las posibilidades de victoria y yo estoy ampliamente por delante. Efectivamente las comunes no cambian nada y me triplico, cogiendo una amplia ventaja con el resto, que me permite ganar el Sit & Go sin tener que meterme después en demasiados lios.

Y la otra, es una jugada cuanto menos controvertida. Yo estoy en ciega grande, y el jugador al que en la partida anterior había dejado fuera en tercera posición sube la mano a 120, estando la ciega en 10/20. Yo decido aguantar, porque los precedentes con ese jugador me decían que me estaba intentando robar la ciega con cualquier mano. El flop trae 257, y yo piyo top pair con kicker K. Como hablo primero, le meto de cara 400, el aguanta y yo deduzco que aunque no ha pillado nada, no quiere que le vuelva a echar de otra mano más. El turn trae un 2, y yo, al seguir manteniendo mi top pair, decido envidar. El lo vé, ya que había pillado una trucha de doses. Y es por esto que considero que se puede calificar la mano cuanto menos de extraña, porque aunque es bien cierto que cada uno juega a esto como quiere, no lo es menos que no parece muy lógico aguantar una subida de tal magnitud con un 2 pinchado y un 4 como kicker. En fín, ayá cada cual con su forma de jugar. Desde luego, ahora entiendo, cuando mi amigo Maxime, gran jugador de poker, me dice que a veces parece que el juega a una cosa y algunos otros a otra.

Un saludo a todos, y espero vuestros comentarios al respecto.

GANDALF

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Nueva mesa Cenacle - Todo un lujo.

Posted by Administrador On 2:09 0 comentarios

Es para mí un orgullo presentaos en exclusiva el nuevo modelo de la firma Cenacle. Se trata de una variante del modelo Tradición, estandarte de la Marca, con reposabrazos de antes sintético, cubremesa, tapete personalizado HD y emplazamiento crupier. Sin duda una mesa que hará las delicias de cualquier buen aficionado, así como dará un punto de distinción y elegancia a cualquier Casino o Poker Room. Una buena elección para todo tipo de público. Disfrutadla!! Y recordad que podeis ver todos los modelos de esta impresionante firma en http://www.cenacle.es/








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El pasado sábado, tuve el privilegio de participar en el décimo torneo que se organizaba en La Perla Negra. Si bien no recuerdo ni mucho menos todas las manos, si hubo ciertas relevantes que os quiero comentar:
Nada más empezar, en la primera mano, recibo A6of, y aunque no están desde luego dentro de mi rango, decido jugarlas porque el conocimiento de la mesa me dice que no es facil que nadie la suba, y la ciega está aún muy baja. Limpeo como boton, las ciegas pasan y el flop tra 656, subo cuando me toca y solo me aguanta el jugador en la ciega pequeña. El turn trae una carta blanca para mi jugada, paso, sabiendo que el me suvirá pensando que chequeo al haberme visto la anterior apuesta. Efectivamente, mete treinta fichas, las veo, viene el river y hago la misma operación. En este caso sube cincuenta, y yo, mosqueado con que pudiese haber pillado full, le veo la apuesta. Había cogido dobles de Q5 en el river, con lo que me llevo el primer bote de más de 100 fichas. Mi victima en esa mano, terminaría su participación en la siguiente, con solo dos manos jugadas, cuando también en el river, sus dobles parejas otra vez, se encontraron con una escalera  del jugador de mi derecha. Un jugador menos y colider en fichas. La cosa no empezaba mal.Una jugada curiosa tuvo lugar poco tiempo después, cuando pulpón se enfrascó en una mano, en la que pillaría dobles de K5, donde el otro jugador que iba con pareja de Jotas de mano, le fué stakeando hasta el river, dejandolo muy debilitado. Unas manos después, me metí en una mano con este jugador. Subí la apuesta con KJ de trevol, solo el aguantó y el flop trajo dos trevoles, uno de ellos un dos que le dió un trío en el flop, por lo que subió la apuesta 50 fichas, y yo, aprovechandome de la diferencia de fichas y de la supuesta debilidad que le suponía, envidé. El lo vió, y el river me traería otro trevol. Otro jugador eliminado prematuramente y lider de fichas con un buen margen para hacer mi juego. Una jugada que me llamó la atención aunque no estaba yo en ella, fué cuando el jugador Pulpon, por ese entonces muy corto de fichas, se envida aprovechando la posición. Yo, en ciega grande tengo A9 de trebol, pienso en verlo, pero el jugador que está a mi derecha se adelanta y lo ve. Tiro mi mano y muestran 33 pulpón y A7 el jugador a mi derecha, lo que me sorprendió ya que considero que es una mano demasiado marginal como para ver un all in a un jugador de la talla de Pulpon, al que puedes presuponer una buena mano. El caso el que las comunitarias no cambiaron nada, y Pulpón se llevó el bote. Eso sí, el flop trajo un 9 con lo que de haber ido yo, me habría llevado el bote. Pulpón se dobló y volvió a ser un rival con las fichas que consiguió, lo que entiendo una mala jugada por parte del jugador que le vió el All ín. Una jugada que considero digna de mención, más que nada esperando que no se vuelva a repetir, tubo lugar poco después, dejando eliminado al jugador Pulpón. El mismo jugador que le había visto un All ín anteriormente, se envidó en esta ocasión, cuando Pulpón había limpeado y mientras pensaba si ir o nó al All In, el jugador que repartía, removió el mazo, olvidando que la mano estaba en curso. Yo mismo le advertí, y después de que la mesa entera callera en el hecho, y cuando el jugador Pulpón se decidió a ver, el Dealer preguntó si sacaba las cartas o removía antes el mazo de nuevo, a lo que los implicados dijeron que repartiese tal y como estaba. Pulpón iba con A7 contra A3 del otro jugador. La mesa trajo un full de 33344, dejando a Pulpón con cuatro fichas, a las que renunció molesto con la jugada, ya que aunque etá claro que nadie puede saber lo que saldría inicialmente, no es menos cierto que era diferente a lo que salió tras removerse el mazo. Una de mis jugadas desafortunadas, vendría poco después, cuando en ciega pequeña igualo y el jugador a mi izquierda, me suve tres ciegas. yo con J6, decido ver, ya que es un miniraise y me da que me está queriendo robar ciegas. El flop me trae la J como carta alta, y después de intentar hacer slowplay, me envido ante su apuesta. Enseña dos Ases de mano y la jugada me cuesta 130 fichas. Poco antes de pasar a la mesa final, volvimos a tener un encontronazo, en este caso el me estaba intentando sacar del bote a base de raise cuando yo había pillado topair en el flop. El river me trae dobles parejas, y le envido.Él pasa, quedando con poco más de 60 fichas
Y de esta manera, llegamos a la mesa final, donde entré tercero en fichas, con 516, estando el chip leader con unas 800. Comenzaría casi media ora más tarde, al principio me moví poco, aunque la ciega estaba bastante alta (50/100). Me dió tiempo a ver como en un all in salieron Davidmagic y otro jugador, eliminados por Scurot, que se ponía chip leader con más de 1000 fichas. Unas manos después, perdí un all in con una mano contra Juanjo, que pinchó un 5 cuando yo tenía A9. Me quedé muy corto, con apenas 70 fichas, pero me doblé en dos manos consecutivas, la última de ellas con A10 frente a QJ del jugador Scurot. Así volví a subir a más de 600. Pero poco después sería cuando tiraría el torneo. Y digo tiraría, porque los jugadores Juanjo y Felipe, tenian apenas 2 ciegas cada uno, y yo tenía más de 5, con lo cual, solo debía dejar actuar a las ciegas para poder luchar por un premio. En la mano final, recibo AJ en ciega grande, el jugador Juanjo se envida, y el de mi derecha lo ve, ya que apenas había doblado la ciega. Yo, interpreto que este jugador ve el all in solo por lo poco que le cuesta, y decido envidar para aislarme en el bote solo con Juanjo. El caso es que el otro jugador, hace instan call también a mi All ín, enseñando AK con lo que iba por delante a priori. El flop da dobles parejas a Juanjo, de 63, el turn nos trajo el A, y el river doblaría la tercera carta del flop, dando la mano completa al jugador de mi derecha, que hace dobles de ases y de la pareja de la mesa, ganando al llevar el Rey acompañando sus dobles, con lo que Juanjo y Yo, quedamos eliminados en sexta y quinta posición respectivamente. Después de eso, solo reseñar, que el jugador Scurot, después de quedar con solo 60 fichas, se doblo en cuatro ocasiones, una de ellas consiguiendo un poker de jotas teniendo pareja de mano, lo que probocó el clamor general de quienes obserbaban la partida. Finalmente quedó en segunda posición, siendo el tercero Miguelov. El torneo lo ganaría el jugador de Pedro muñoz que en su momento me ganase un all in teniendo pareja de Ases. Enhorabuena a él, y a cuantos participaron en el evento, y sobre todo a la organización, que una vez más dió cuenta de una excelente saber hacer a la ora de llevar a cabo este tipo de eventos.
Un saludo a todos
Gandalf

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Un Fish en el SPT

Posted by Administrador On 12:25 0 comentarios

Puedo recordarlo como si hubiese sido ayer. Llegué al casino tres horas antes de la fijada por error, y acabó empezando casi tres horas después de la prevista. Ya el ambiente merecía la pena, el equipo de Everest repartía acreditaciones mientras por la sala aparecían personalidades del mundillo con las que me hice alguna foto. Javier Flacokanu, Morpheo, Raúl Páez, May Maceiras, Oscar La Pua, Paco El Tren 770, sentía algo especial solo con saber que jugaría el mismo torneo que ellos. Después de mucha organización y algo de parafernalia propia del evento, comenzó lo serio. Se sentó en mi mesa el entrañable señor de  pelo blanco al que había echado del segundo Step clasificatorio, del resto no conocía a ninguno, aunque al poco de empezar, el amigo Juanzo, se acercó a mí para advertirme de la presencia de Paco El Tren, del equipo 770, y presentármelo de paso. “Toda una eminencia del Poker”, me dijo, lo que cambió mi forma de verlo desde ese momento. En las primeras manos entré poco en juego, a la vez que me iba dando cuenta que de seguir así, aún pareciendo suficiente el Stack de 15.000 del inicio, no llegaría al día 2. Resubí dos veces en el botón con AQ y A10, llevándome las ciegas y a algún limper por delante, de forma que mis fichas no acusaron demasiado el curso de las ciegas. Recuerdo, que no mucho después de empezar a jugar, me llamaron la atención dos de los jugadores que habían en la mesa, uno de ellos, no recuerdo el nombre, pero solo en la forma de sentarse en la mesa se veía que no era la primera vez que se veía en una partida de ese calibre, tendría unos 30, llevaba gafas de sol, y lo que más me llamó la atención era que jugaba muy agresivo, con continuas resubidas cuando se metía en un bote, cualidad que admiro en un jugador. El otro, Valentín Mesina, campeón francés de 2010, llegaría a la mesa final, y me llamó la atención porque se ocultaba debajo no solo de las gafas, sino también con una capucha que apenas dejaba ver su cara. En mi primera gran mano del torneo, llevo KQ de picas en el botón, todos los jugadores a mi derecha foldean, y yo decido subir a 900, estando la ciega en 150/300, la ciega pequeña se va, y la ciega grande me resube All ín. Debía poner otras casi 4000 fichas para verlo, y aunque la primera idea fue no ir, conté mis fichas y me di cuenta que aún perdiendo ese All ín no bajaría de las 10000, por lo que decidí ver, además de que consideré que no era una mano para despreciar, primero por ser de color, y sobre todo porque era de lo mejorcito que había visto en bastante tiempo. Cartas arriba, y el rival enseña KJ of, con lo que en principio la cosa era favorable, las comunitarias no cambiaron nada a  y gané la mano con carta alta. Recuerdo que mientras recogía mis fichas, Paco “El Tren” me dijo “Muy buen call, chaval, muy buen call” Eso, además de las fichas, elevó bastante mi autoestima y mi nivel de confianza. Antes del final, solo recuerdo otra mano interesante: Me mantenía en torno a las 20000 fichas, siempre atento a la media, que superaba en todo momento. El caso es que en algunas charletas anteriores, Paco El Tren, me había dicho que era bastante roca (¡Paradojas de la vida!), ya que me metía en pocas manos, y cuando lo hacía era con superpremium, que solía enseñar para mantener el respeto de los rivales. En una mano en la que él es ciega pequeña y yo ciega grande, el iguala mi ciega, teniendo que poner otras 300 fichas. En ese momento, y sabiendo la imagen que yo tenía a sus ojos, decido que sería un honor robarle un bote con 26 of a un jugador tan experimentado, por lo que lanzo la mano subiendo a 2000. El sin dudar, tira sus cartas a la vez que apunta que conociendo mi juego ni se le ocurre, a lo que yo respondo descubriendo mis cartas, no pudiendo evitar sonreír. Le debió doler ese farol, porque se echó para atrás y me avisó de que no debía haber hecho eso, puesto que me estaba ganando un rival en la mesa sin necesidad. Le pedí disculpas y todo quedó ahí. Pero la verdadera acción vino cuando el director del torneo avisó que quedaban 5 manos para terminar el día, a eso de las 5.30 de la mañana. Estaba en 22000 fichas, y la media en 19.000, lo que no estaba nada mal. En la primera mano, me vi una pareja de seises después que Ricardo Calleja hubiese subido la mano a 1500. Decido ir All in y él se tira, llevándome además de su resubida las dos ciegas. A dos manos del final, me dan AJ en UTG+1, veo, por la posición, y el chaval de las gafas que comentaba antes sube a 1800, todos se tiran y yo aguanto. El flop traería XJJ, y yo para evitar problemas consciente de que a Poker me supera por mucho, me envido de cara, y él se tira. Otras 2700, aunque sabía que podía haber sacado bastante más a esa mano. En la última mano, estando en UTG me dan 88, y decido envidar de cara, supongo más arrastrado por la inercia ganadora que por la fortaleza de mi mano. Ricardo me pregunta si me quiero ir ya a casa, ya que había envidado 3 veces en las últimas 5 manos, y cuando la mano le llega a él, ve mi All ín, aunque en ningún caso me haría demasiado daño, ya que le quedaban pocas fichas. Enseña 55 y cuando saco mis ochos se levanta y se aparta, consciente de que iba muy por detrás, como así fue, ya que terminé echándolo del torneo. De esta manera, y en tan solo 5 manos acabé el día 1 con 29800 fichas, estando la media en 19900, lo que me hacía ser optimista para el día 2.Pero el día dos sería otra historia, nada más sentarme, lo primero que hice fue contar mentalmente todos los stacks, dándome cuenta de que había cuatro por encima del mío, y sobre todo un súper Big Stack, Kerioni Karily, con 70.825 puntos, es decir, más del doble que yo. No llevaría ni media hora de torneo, cuando recibo AJ en cut of. Lanzo la mano a 2400 en ciegas 400/800. El botón y la ciega pequeña se tiran, y la ciega grande se envida. Lo pensé bastante, aunque no demasiado, ya que no tenía más de diez o doce mil fichas. Decido ver y enseña dos damas, vamos un flip en toda regla. El flop me tranquilizó bastante con A73, y el turn y el river dejarían así las cosas, aumentando mi stack hasta las casi 45000 fichas. Poco después, entra en una mano Kerioni, subiendo en cut of a 3000, y yo veo en el botón cono K10 de diamantes. El flop trae Q96, pasamos los dos, y el turn viene con un 3, el sube 5000 y me echa de un bote de unas 13000 fichas, ya que considero que dadas las circunstancias y el momento del torneo, no merece la pena jugármela a una tripona, puesto que con su raise, se había encargado de dejarme sin outs. Enseña sus cartas boca arriba y lleva A10, digamos que un semifarol, ya que me iba ganando, pero así y todo esta mano condicionaría mucho el desarrollo del torneo. Hubo una parte tranquila, en que parecíamos de acuerdo en robar todos alguna ciega de vez en cuando, yo, en dos de las veces que fui botón, pude robar con manos marginales como 57 y 83. Parecía que estuviésemos en la burbuja, por el respeto ante cualquier resubida, aunque era del todo comprensible por lo mucho que nos jugábamos y porque ninguno estaba tan corto como para jugársela. Así, hasta que me llega A7 de trébol en cut of, subo la mano a 4000 estando la ciega todavía en 400/800. La ciega pequeña aguanta la subida y el flop trae 784. Consciente de que no había aguantado la subida con ninguna de esas cartas, decido volver a subir, metiendo otras 5000, a lo que él hace instan call. El turn sería un 6, quedando la tripona echa en la mesa. Vuelvo a subir, esta vez 6000, y él, después de no poco pensar, se envida por más de 20000 fichas. Mi razonamiento es, que no se envidaría contra alguien que le cubre ampliamente después de una subida sin llevar una muy buena mano. Considero que el cinco no lo lleva, no siendo en pareja de mano, y tampoco puedo jugármela a que también lleve alguna pinchada con kicker As como yo, ya que puedo estar también por detrás. Después de mucho darle vueltas, considero que lo más probable es que en el flop haya cogido su set, por lo que me ha aguantado sin problema la primera subida, y que dado que tras el turn,  hay cuatro cartas que podrían darme escalera, me quiere echar del bote por si tengo algún proyecto. Bueno o malo, este razonamiento me hace tirarme, dejándome en la mano 15000 fichas, más ante.  Prácticamente la siguiente mano, vuelvo a tener un encontronazo con Kerioni, esta vez en duelo de ciegas, siempre con posición sobre él. Sube la mano a 4000, y yo tengo QJ, por lo que aguanto, teniendo ya pensado que a poco favorable que sea el flop le devolvería la de antes. El flop trae AQ8, el pasa, y yo, casi instantáneamente, meto 10000. El se tira, y yo enseño solo la J. Ando en las 60000 fichas cuando vuelvo a encontrarme con el amigo Kerioni. El sube la mano a 3000 y yo veo con AQ of. El flop trae T86, el pasa y yo hago la de continuación por 6000, a lo que él me responde resubiendo a 20000, y yo me tiro al instante. Para ese entonces, ya estaba en la mesa y frente a mí Pablo Ubierna (Morpheo). La próxima mano sería contra él. El sube la mano en una posición media a 4500 fichas, y yo veo en utg con 44. Las ciegas se tiran y el flop trae 38J, el sube 3500, y yo pago, todavía no sé ni por qué. El turn trae un rey, vuelve a subir lo mismo (3500), y yo vuelvo a pagar. Y en el river sale otra J. Vuelve a meter las 3500 de rigor, y yo vuelvo a pagar, perdiendo en ese bote 15000 fichas, y bajando a poco más de 40000 mi stack. No explico esa mano, porque no tiene explicación, ya que es de lejos la peor mano que jugué en el torneo, y podría decir que en mi vida. Tanto fue así, que justo después de la mano hicimos el descanso, y cuando lo llamé para hacerme una foto (“Es lo menos que puedes hacer después de lo que me has quitado”, le dije), lo primero que me dijo al acercarse es que como había pagado en todas las calles, a lo que solo pude contestar encogiéndome de hombros. También me aconsejó que en la mano ce Kerioni, no debería haber subido yo, ya que aunque mi mano no fuese mala, al subir, la estaba convirtiendo en un farol. Dijo que debería haber hecho Check/Call en todo caso, ya que así mantenía pequeño el tamaño del bote, y mi mano podía ser ganadora en el river, pero arriesgando lo mínimo hasta entonces, ya que él me había dado carta gratis en el flop. Sabios consejos, que se escuchan con más interés aún viniendo de quién venían. Lo primero que hice al sentarme de nuevo fue contar las fichas, tenía 38000, estando la media en 37000. Estaba en la media, pero el bajón había sido considerable pensé, lo que creo que desembocó en lo que pasaría en la siguiente mano. Recibo KJ en la ciega grande, y en la ciega pequeña, el tan mencionado Kerioni sube a 4000, y yo veo. El flop trae AKX, el pasa, y yo también, oyendo el consejo que me habían dado anteriormente. El turn trae un 9, y el sube a 10000, y yo, de forma casi instantánea, hice All ín. Lo hice al instante sí, pero me dio tiempo a pensar bastante, sobre todo, que después del pique que habíamos tenido en toda la partida, me estaría intentando colar otra, también, que con las fichas que ya había puesto, si perdía esa mano, quedaba debajo de la media, un poco vendido a esas alturas a mi modo de ver, y sobre todo, que de ganar ese vote, volvía a colocarme en una posición cómoda con más de 50000 fichas. Lo pensó y mucho, más de un minuto seguro, pero acabo diciendo Call, momento en que levantó sus caras, enseñando K9, con lo que si el river, de no cambiar nada, acabaría con mi participación en ese SPT. No quería que cayese el river, porque sabía que con él, caería el sueño que había estado viviendo esos dos días, como finalmente  pasó. Considero que las valoraciones fueron acertadas, y solo la suerte de su doble pareja decidió esa mano, así que aunque recordaré esas cartas para siempre, no puedo culparme de nada más que de haber tomado la decisión correcta pero en el momento equivocado, justo cuando la suerte me había dado la espalda. Me levanté, y le saludé como merecía, así como a Morpheo, y fue ahí como acabó la vivencia más extraordinaria que he tenido hasta ahora en el Poker, aunque soy consciente que con trabajo y un pelín de suerte, no debería ser imposible repetirlo, por lo que desde aquí os animo a todos a que lo intentéis, porque como decía en el artículo anterior, los sueños pueden estar esperándonos a la vuelta de la esquina, y solo tenemos que ir por ellos.Un saludo a todos
Gandalf.

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Un Torneo casi perfecto

Posted by Administrador On 20:34 0 comentarios

Desde que nos asignaron los asientos, tuve la sensación de que sería un buen torneo, después podría haber ido mal, pero las sensaciones se fueron convirtiendo en ralidad, y tuve una partida de lo más tranquila, me salieron buenas cartas y no recuerdo ningún Bad Bead.
Al poco de empezar, bajé a 1270 porque no quise perder un bote que no era mío, solo por tener AK, aun sabiendo que las comuntiarias no me eran nada favorables. Era el momento de jugar con  más cabeza aún y controlar muy mucho las manos en que me metía.
Pasadas unas manos, con ciegas 15/30, subo la mano a 190 con JQ of estando en cut of, porque hasta entonces solo había jugado la mano mencionada antes. No eran malas cartas, y pensé que el Timing también haría lo suyo. Efectivamente tiré a las ciegas y a Israeltome, que había limpeado antes. Josecestao ve con Q8, y el flop es criminal para ambos (9,10,7 de corazones) , ya que los dos tenemos proyecto de color con una carta, y escalera a dos puntas. El sube la mano yo se la resubo, a lo que el hace call. El turn, trajo un rey de trébol que me daba escalera, el vuelve a subir y yo me envido, convencido de que no tenia color, como así fue, me llevo la mano y me doblo, poniéndome con 2.605 fichas.
Fui jugando desde entonces más tranquilo y con una selección de manos mucho más ajustada, estaba chip leader y no quería complicarme la vida con manos semimarginales. Tanto fue así, que recibí ases unas manos después y las jugué muy fuerte, para evitarme sustos, aunque solo me rentaron las ciegas.
Practicamente la siguiente mano, recibo reyes, y hago lo mismo, pero en este caso Xarly Mirayes aguanta la primera subida de 230, el flop trae 662, con proyecto de color de diamantes, yo hablo primero y decido que no quiero que vea más cartas, por el proyecto, y le subo el tamaño del bote, puesto que pienso que en ese punto de la partida está por detrás, ya que lo pongo en pareja media alta, o AS alto. El se tira y yo me llevo el bote, y la partida sigue con paso corto pero firme, aunque sigo chip leader, ya con 3565 fichas muy distanciado del segundo que por ese entonces era pulpon con unas 2300.
Vuelvo a jugar fuerte JJ en posición media, y vuelvo a llevarme solo las ciegas, pero tal como va el torneo, prefiero perder algo de rentabilidad a cambio de más seguridad en mi juego.
Después de robar algún bote que no era mío, con cartas altas, por la fuerza de mis fichas, llegamos a una mano que me dio otras mil doscientas fichas más
Con rey diez de diamantes en la ciega grande, decido lanzar la mano después que solo isco23 limpee en la ciega pequeña. El vá tomando la iniciativa, y yo me limito ha hacer chek call. Tengo confianza en mi mano porque el flop ya me dio proyecto de colir, además de dos overcard en mi mano, por lo que mis posibilidades son muchas. También pienso, que en última instancia puedo echarlo del bote faroleando metiendo all in en el river aprovechándome de la posición, no hizo falta, porque el cuatro de diamante en el river me da el color, y le termino sacando casi seiscientas fichas, poníendome yo con 5000.
Me voy sintiendo cada vez más seguro, puesto que el lobby dice que el segundo sigue con unos 2500 puntos.
Con ciega 25/50 vuelvo a coger ases, y hago la operación anterior, que no me había ido nada mal.
Parece que las cartas se ponen  de mi parte, porque recibo grandes manos de inicio, y las que no lo son se me completan con solo el flop, está claro que para ganar también necesita uno la dosis de suerte.
Después de aprovecharme de un montón de manos buenas, supongo que con la incercia de ir ganando todas las manos, me complico la vida con 78 de corazones, aguantando una tripona hsata el river,  enfrentándome a XarlyMiralles que se envida y me saca del bote. Necesitaba apenas 700 fichas para completar, pero decido que prefiero ahorrarme algo, consciente de que no tengo opciones.
Ya en la mesa final, vuelvo a tener un encontronazo con Xarly, al que dejo muy tocado después de no conseguir su color as As. Gano la mano con pareja de 9 y me llevo un bote de casi 4000 fichas.
Con ciega ya en 100/200 tengo un encontronazo con el amigo Pakko, y lo envido con una tripona sin completar en el river, el hace instan Call y se lleva un bote de más de 2000 fichas
Supongo que en este caso, el conocimiento del adversario jugó a su favor, ya que aunque tenía el As con el kicker más bajo posible, intuyo que le estaba faroleando. Intuyo y acertó, y me segó mil fichas. Es muy malo conocerse, dicen, y esto aplicado al poker, peor aún.
Me tomaría la revancha no muchas manos después, cuando le eliminé completando escalera en el river. Le puse All ín, y aunque esta vez pensó algo más, vió con su  top pair de reyes, quedando eliminado en quinta posición.
Para ese entonces, solo Scurot parecía poder hacerme frente en cuanto a fichas, ya que el amigo Xarly y MariaLeonor estaban bastante débiles.
Presumía un final de torneo fácil, con podio asegurado, pensaba yó, aunque la partida daría aún muchísimas vueltas.
Perdí después una buena oportunidad de debilitar aún más a mis rivales, sobre todo a Scurot… ya que es se llevó una mano contra Maria Leonor con dos ochos, donde esta buscó el proyecto de color del flop, y yo, de haberme quedado en la mano, habría hecho full de AA444. No fue todo lo malo perderla, sino sobre todo, lo tocado que me dejó el no haber ido a un miniraise cuando la malo no era tan marginal si tenemos en cuenta los pocos jugadores que quedábamos, pero bueno, intenté resetear y olvidarme de ella.
Unas manos después, con ciegas ya en 200/400, me vienen dos damas. Intuía que el amigo Xarly se iba a envidar, porque lo había echo varias veces antes, así fue, el se envidó también con pareja, pero de doses, y las comunitarias no cambiaron nada. Volví a ponerme con 8000 fichas y me aseguré el podio, aunque Scurot estaba para ese por delante de mí con más de 1000.
Poco después completé una escalera que me dio un bote de casi 5000 puntos, y que al tiempo, dejó a Maria Leonor más débil de lo que había estado en toda la partida.
Pero volvió a recuperarse, sobre todo a base de Stakear a Scurot. Con ella tuve mi siguiente encontronazo, y doblegué con una trucha de seises sus dos ases de inicio. Me fui Allí n y ella lo vió, aunque no la eché porque para ese entonces tenía ya más fichas que yó.
Fui yo quien la eché poco después con una mano que por problemas técnicos no pude guardar y que ahora no recuerdo.
Quedé así solo con Scurot, los dos con unas 11000 fichas, yo con algunas más que él. En la primera mano del Head Ups. Me dán A3 estando en el botón, hablo yo y lanzo la mano con un raise por unas 3000 fichas, el hace all ín y yo, después de pensarlo mucho, veo, valorando que ya he invertido mucho en el bote, y que mi has puede ser ganador estando solo dos jugadores. El tenía KJ, y pincha su jota en la tercera del flop, llevándose finalmente el bote, y dejándome a mí con apenas 700 fichas. En la siguiente mano, mi all ín esta decidido sin ver las cartas, pero me vinieron los pulpitos (88), por lo que pensé que duraría alguna mano más. El tenía Jx, y volvió a pinchar su jota en el turn, dejándome eliminado y con una muy mala sensación.
En fín, en resumen, podría decir que fue un buen torneo, donde las cartas y los rivales me permitieron hacer mi juego en todo momento, y que solo la suerte, que en otros momentos me había dado grandes botes, decidió el heads up del lado contrario.
De cualquier manera, me siento muy, muy orgulloso del torneo realizado, así como del la liga en general, he jugado bien, y sobre todo me he divertido jugando con mis amigos de Poker La Mancha. Ahora solo queda esperar al próximo, al que desde aquí os invito a participar a todos aquellos que queráis pasar un buen rato, con amigos, y jugando a lo que nos gusta.
GANDALF

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