"El Mago... del Poker"

Blog del jugador de poker Gandalf, donde podeis encontrar artículos sobre sus distintas participaciones en todo tipo de eventos, así como otros, con diferentes enfoques, también relacionados con este maravilloso mundo.

IMPRESIONANTE E IRREPETIBLE!!!

Posted by Administrador On 4:06 0 comentarios

Con más de tres años de poker a las espaldas, he ganado partidas de muy distintas maneras, al igual que las he perdido de otras tantas formas, pero desde luego, jamás vi nada parecido a lo de este 2 de Diciembre, y no hablo solo de partidas en las que haya participado, tampoco en las televisadas de cualquier tipo de evento del nivel que sea.

Ya al inicio de la partida, tube una de esas manos que convierten una partida más en una partida antológica. Fué contra el amigo Scurot, con ciegas 25/50 formamos un bote de más de 2.000 fichas pre flop a base de resubidas. No tenía una mano demasiado buena, A-8d, pero las sensaciones eran geniales y suelo seguir mis instintos. En el flop se me abre el proyecto de diamantes (7dQ5d), paso y vuelve a meter, otras 3.000. Instant Call. Aparece el turn (5) y vuelvo a pasar al no completarse mi proyecto, y él pasa también, lo que me empieza a hacer pensar que no está tan seguro de su mano como quiso hacerme creer antes. El river trae otro 7, y tengo claro que a poco que lleve (pongamos una dama) yo estoy más que perdido. Con un bote de más de 8.000 fichas y todavía unas 10.000 por detrás, tengo claro que debo ser valiente si quiero ganar, y decido arriesgarme con la confianza de que a las malas, me quedo con muchísimas fichas aún para poder remontar. Le pongo 3.000, menos de medio bote, para dar la impresión de que quiero que pague. El lo piensa un buen rato y al final arroja sus cartas al mazo, y yo, al instante enseño las mías para sacar más ventaja aún de la mano. Las fichas, y su tilt, que no es poco.

Otra buena jugada me pilló por medio a mitad de partida, cuando después de flopear color, dos de los que estaban conmigo en la mano se restaron. Si no recuerdo mal, el uno buscaba el cuarto diamante para hacer color al As, y el otro buscaba una escalera tripona o emparejar su Overcard. Al final no salió un diamante más y acabé poniéndome aún más grande de fichas.  Son de esas manos que a mí particularmente me hacen enchufarme más si cabe a las partidas. Con el ánimo por las nuves y una buena ventaja para hacer mi juego casi desde el principio, fué una de las partidas más tranquilas que recuerdo, ya que todo fué según el guión esperado y acabé en el Heads Up con una diferencia de diez o quince mil fichas sobre Fernando.

Pero quién me iba a decir en ese momento que no recordaría esa partida por el farol anterior, ni por el triple All Ín ganado y que lo más "fuerte" estaba por llegar... Pues así fué:

Empezamos el Heads Up como digo con una buena ventaja a mi favor. Eso y la inercia ganadora de toda la noche me hacía vaticinar una victoria más o menos cómoda, porque además tengo un buen porcentaje de victorias en el Heads Up contra este jugador.  Nada más lejos de la realidad, ya que en dos errores mios pagando el All Ín de Pulpón sin demasiada mano, acabé con solo 1500 fichas, o lo que es lo mismo, ciega y media contra sus 70.000.

La partida estaba claramente perdida, y no había nada que yo pudiese hacer contra eso, así que en 
la siguiente mano, no miré siquiera las cartas, con la extraña idea de que la derrota parecería así menos dolorosa. Simplemente acerque las fichas que me quedaban a las cartas y envidé. Por supuesto, el pagó para darme la puntilla. Mentiría si dijese que recuerdo las cartas, pero si recuerdo que una de las que me valía para ganar apareció en el flop y me dió las 3.000 fichas. "Engordar para morir" dijo Fernando y no sin razón cuando ya teníamos la siguiente mano repartida. Con 3.000 no podía hacer mucho más que con 1.500, así que repetí el ritual anterior y volví a restarme sin mirar las cartas. Volvió a pagar convencido de que se acababa ahí. Yo también lo estaba, pero otra vez mi carta apareció en el flop para ponerme ya con 12.000 fichas. Misma historia en la siguiente, esta vez ya más por curiosidad que por necesidad, ya que con las 12.000 fichas podía haber empezado a intentar jugar de verdad. Pagó una vez más supongo porque en esta ocasión si que llevaba cartas, K-8s. Por eso recuerdo esta mano, ya que yo descubrí después 8-2, lo que hacía que en esta ocasión mis cartas no estuviesen siquiera vivas. Solo me valía el 2, y apareció nuevamente en el flop para doblarme otra vez, y transformar la cara de Fernando por completo. Lo que empezó siendo anecdótico se había convertido en una pesadilla cruel para un jugador que habría merecido ganar la partida mucho antes y con mucha menos incertidumbre. Y otra mano más, que también recuerdo por ser la única que gané merecidamente. Si, también gané esta, me resté pre flop por quinta vez consecitiva sin ver las cartas y Pulpón no tuvo otra que pagar. Yo tenía A-7, y él A-6. Podía ser que en esta ocasión tuviese él la suerte que no tuvo en las anteriores yendo por detrás, es más, sería lo suyo, pero tampoco fué la suya, ya que mi 7 volvió a caer en el flop para despejar dudas a las primeras de cambio. 

Ya con 48.000 fichas, pensé que era el momento de ponerse serios, ya que de nada valdría la proeza anterior si acababa perdiendo la partida. Empezamos a ver flops, turns y hasta algún river, y ahí la cosa cambiaba, cuando no por la suerte, por jugar peor que él. Así que decidí que debía volver a lo que me había ido tan bien, porque además siempre había soñado con ganar una partida de esta manera.  Las cartas calleron a mis manos, y aunque no puedo negar que tube la tentación de mirar, anuncié el All Ín antes de caer en ella. Él pagó al instante, y lanzó su AK con rabia contra la mesa, como seguro de que esta era la suya. Yo miré las mias ya con el gesto torcido, y lo torcí aún más cuando vi mi 4-T. Una vez más en manos de la suerte, y esta volvió a abrazarme sacando mi diez otra vez en el flop.

Y así fué como me hize con la partida más extraña que haya jugado nunca. Entre tanta alegría por la victoria y como se produjo, me queda también un sabor agridulce por mi amigo Fernando, ya que se me ponen los pelos de punta solo de intentar ponerme en su lugar. No obstante, en estos casos como en otros muchos, habrá que hacer nuestro el dicho ese de que "EL POKER ES ASÍ..."

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