"El Mago... del Poker"

Solía pensar que eran tonterías cuanto oía decir a algunas personas (siempre gente muy afortunada en general), que los sueños se hacen realidad.

Lo pensaba de veras, si, hasta que llegó el mes de abril de este mismo año, y lo comprobé en mis propias carnes. Para poneos en antecedentes, contaos que apenas un par de meses antes, hablando con un conocido sobre los mejores torneos para la gente de nuestro nivel, le comentaba “Está claro que jugar Sit and Go en el casino es a lo máximo a lo que podemos aspirar, y como mucho un torneo de 100€. En España, lo máximo para mí es un SPT, pero claro, eso no creo que esté nunca a mi alcance”. Dicho esto, paso a contaos lo que pasó:

Como muchas otras veces, Paco y yo, nos dirigíamos a Aranjuez a jugar unos Sits. En el Gran Casino. Llegamos allí y para nuestra sorpresa, se estaban organizando unos Steps. Para el  Spanish Poker Tour, que se celebraría en un par de semanas en el mismo casino. Consensuamos enseguida que era preferible el jugar este satélite, ya que por el mismo dinero, jugábamos un torneo de 98 personas, y podríamos jugar más cómodos, por el mayor recorrido de las ciegas. Al contrario que en muchas otras ocasiones, ninguno mencionó la posibilidad de ganarlo… simplemente íbamos a pasar un buen rato. No tenía más pretensión que pasar un buen rato, si, pero tenía claro que iba a poner todo de mí para intentarlo. Me autoimpuse dos reglas que conseguí acatar hasta la última mano: Ni un farol, y no poner nunca todo mi stack (por corto que fuese) sin ver el flop. Como decía Mike en Rounders, la regla de oro, “Déjate siempre una salida”. Con el mejor Poker que me recuerdo, y por qué no reconocerlo, algunas manos de suerte, me planté en la mesa final compartiendo el liderato en fichas precisamente con mi amigo Paco,  y por supuesto, ambos nos clasificamos entre los 6 primeros, accediendo al siguiente Step. Paradójicamente quedó el séptimo y con un premio de 25 €. Un jugador que había ido de listo durante todo el torneo, con malos modos, y con el que tuve un par de encontronazos al principio cuando estaba en mi mesa. Tuve el “Honor” de arrebatarle el 90% de su stack haciendo Slowplay habiendo pillado escalera en el flop, y luego las ciegas hicieron el resto dejándole fuera.  Supongo que es la justicia divina del Poker.

Sin comerlo ni beberlo, nos habíamos colado junto a otras cuatro personas, de entre 98 (más la mucha gente que recompró) para jugar el Step final. Ese era el último obstáculo para jugar un torneo que ninguno buscó, pero que sin duda, ambos deseábamos jugar antes de que incluso supiésemos que existía. Pero vaya obstáculo...

Al jueves siguiente, fuimos otra vez, tranquilos, sin ninguna expectativa y aún menos presión, aunque bien es cierto, que tras lo conseguido, flotaba en el ambiente una sensación de “Quien sabe…”. Recuerdo que de camino, me llamó mi amigó Fernando (Pulpón), compañero de partidas y todo un maestro en esto del naipe, al que hay que tener muy en cuenta cuando habla de Poker. Me preguntó, y me dio muchos ánimos.  Le comenté, como realmente pensaba, que íbamos más a pasar un rato, porque eso ya eran palabras mayores. Quien quisiera jugar ese torneo sin estar clasificado,   pagaría 250€, y finalmente fuimos 64, y con más de 20 recompras. Esto me daba una idea de el tipo de gente que nos encontraríamos, aparte de que nosotros no teníamos margen de error, pues de ser eliminados, desde luego no estaba en nuestros planes  recomprar. En fin, mucho en contra, y a favor, solo la ilusión, que no era poca. Aún así, el se mostraba optimista, lo que sí cabe me dio más ánimos, y todavía más ilusión...

Empezamos el Step2 con 3000 fichas. En la segunda mano, teniendo en ciega grande 78, me iguala UTG, el flop trae 89T, yo subo 200 (ciega 25, 25) convencido de que tenía dobles, el tío resube a 400, yo, sin mirar aún mis cartas, vuelvo a resubir  a 800 y el tío se envida. En ese momento miro mis cartas y me doy cuenta de mi error. Tiro la mano. Me habían segado casi 1000 fichas en la segunda mano, además en una mano absurda. Así y todo me prometí que cumpliría las directrices que me habían llevado hasta allí. La partida fue transcurriendo, estando con apenas 1300 fichas me doblo con As bajo contra 55, en otra pilló el color en el river, y alguna escalera, mortal para la Top Pair de turno de los rivales. El caso es que, como si de un guión escrito por mi mismo se tratase, Paco y yo nos volvemos a colocar en la mesa final, y nuevamente como chips leader. Finalmente, acabé consiguiendo mi entrada y también mi amigo, para jugar el Spanish Poker Tour.

Esa noche, de vuelta a casa, era como si flotase en el coche, creo que los dos nos sentíamos así. Sin buscarlo, nos habíamos metido en el mejor torneo de España de Poker, y por la puerta grande, con solo 30€, y lo que es más importante, después de dejar atrás a más de 100 personas, muchas de ellas con seguramente mucho más Poker que nosotros (recuerdo que estaba por allí Rafael, uno de los que jugó en Antena 3, y luego en la sexta. Pues después de pagarse dos recompras en el primer Step, y otras dos en el segundo, se había quedado fuera).

El caso es que ahí estábamos, conscientes de que el próximo viernes entraría en la historia de nuestras vidas por vivir uno de los acontecimientos que un aficionado del Poker más puede anhelar.

Y fue ahí donde supe que acababa de empezar a cumplirse un sueño para mí, por lo que ya puedo creerme que algunos sueños si se pueden hacer realidad, y espero que a quién me lea, así le llegue, ya que con constancia, y sobre todo con ilusión, quizá todo es posible.

Y bueno, nada más por hoy, creo que dejaré el desarrollo del SPT para otro post, ya que al final en este me he extendido más de lo que quería.

Solo deseaos mucha suerte en las mesas, y decíos que espero que mis post sean de vuestro agrado.

Un saludo

Gandalf